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Fragmento (o cita, no sé qué sea)

"La luna se lleva la oportunidad de quien se queda en silencio,
sólo el hombre camina hacia la Luz.
Es la meta, puerta de oro, el final de un camino
que no comienza sino hasta el final.
Pero en el caminar del camino
hay victorias, flores para el héroe,
en su soledad"
-Huan H. Poemario básico, vol. 3, p. 14-28

Mis propósitos para el 2010

• Regresar a la literatura. Tanto leída como escrita.
  
• Subir al menos otros dos kilos.
  
• Publicar un artículo de filosofía en alguna revista académica
  
• Retomar el piano
  
• Terminar mi pieza sinfónica y, al menos, el boceto general de mi Misa Brevis
  
• Consolidar Eudoxa (con todo lo que eso implica)
  
• Casarme
  
• Otros
  

Mi terrible ausencia

Me acuso, he estado muy desatento de los blogs. Tengo mi pretexto. estoy arrancando un par de proyectos que me tienen completamente consumido en tiempo (y a veces en espacio).

Sólo por no dejar, prometo regresar pronto.

N.B. Este mensaje está estandarizado para todos mis blogs...

Biografía del Zoon Romanticón

Aunque este blog está en remodelación, publico en él mi biografía.

Zoon Romanticón nació durante mi último año de preparatoria. A diferencia de otros pseudónimos, éste no es heredero de antiguos apodos, ni otras personalidades, que de hecho tuve, pues aquellas respondieron a situaciones muy concretas en mi pasado que, por diferentes situaciones de la vida, se fueron desdibujando.

Por ejemplo, en la secundaria fui apodado "el Pato". El apodo surgió tras un partido de basquetbol particularmente intenso en el cual, para salvar un enceste, brinqué desde la linea de tres puntos para tapar un tiro. Nadie esperaba que pudiera "volar" de ese modo y, en vistas de mi mísero físico, decidieron apodarme como un ave no tan vistosa como el águila, por ejemplo. Pato les pareció más adecuado a alguien de mi complexión. El apodo de la preparatoria ("el Papas") merece, quizás, otro post en otro lado.

Ya en áreas (área IV, para ser exacto), entré a un concurso de ensayo del CIDE. La convocatoria me obligaba a firmar con un pseudónimo. ¿Cuál funcionaría? Definitivamente Papas y Pato no sonaban demasiado académicos y el tema era algo serio como para ellos. Entonces se me ocurrió reunir en mi nombre los dos aspectos de mi modo de pensar: un realismo racionalista y un idealismo romántico. Aristotelismo y Huguismo. Zoon Romanticón. El Zoon apela a ese afán realista y racionalista de Aristóteles y el Romanticón al afán espiritual y pasional de Víctor Hugo. Quizá la primera frase que el Zoon Romanticón defendió: "si no me atrevo a ver unos ojos hermosos y decirle a la dueña lo que pienso, no vale la pena la vida"... algo que maduró después a una frase que -con orgullo- después vi rodar en una cadena que yo ni había comenzado: "Si el precio de la vida es la muerte, yo sí lo vuelvo a pagar".

Sólo una vez el pseudónimo de Zoon Romanticón ha tenido que ser variado. Cuando se volvió muy reconocido y me pidieron que escribiera otro ensayo con un pseudónimo, hubiera sido estúpido firmar como Zoon. En ese momento hice una variación sobre el tema y firmé como: Aristóteles Agustiniano.

Huan H., Luis Jehan Lesgle G., Johannes de Bergerac y otros nombres, son heterónimos, cada uno con una historia propia que contar, por lo que no caben en esta biografía suscinta y escrita rápido para no quedarme (tan) atrás.

¿Será? [Yo sí le creo]

De San Francisco de Asís se sabe todo, aunque quizás una minoría sabe que en realidad se llamaba Juan Moriconi. Hay algo que me intriga: en 1212, San Francisco emprendió un viaje a Siria para convertir musulmanes. Su navío naufragó. Uno o dos años después intentó una vez más evangelizar a los musulmanes, ahora en Marruecos. Pero enfermó en el camino y murió en España. ¿Por qué será el destino tan reacio si de musulmanes se trata? En un libro muy bonito de Emilio Abreu, titulado San Francisco, hay unos breves pasajes extraordinarios en los que se relata la manera como San Francisco luchaba contra los demonios. Hoy en día, los demonios se pasean por cada rincón de este mundo. Y no tenemos a San Francisco. Los demonios usan muchas clases de disfraz. Muchos piensan que los demonios no existen, que se trata de una de mil supersticiones de los escolásticos, Pero... yo he visto al demonio (escribo en voz baja). Lo veo pasar de vez en cuando. El demonio ha tomado el cuerpo de una mujer. Más bien fea. Suele vestir ropas negras. Se llama... Habla conmigo los martes al medio día, y algunas ocasiones dice cosas en viernes. (López-Farjeat, Luis Xavier; Ejercicios Marginales; p. 136)

Yo también conozco gente que se ha entrevistado con el demonio. Yo no he tenido la mala suerte, aunque conozco muy bien la espina que deja clavada en la carne cuando uno lo deja pasar demasiado cerca o demasiado tiempo. Me molesta la opresión en China que tantos muertos ha ocasionado. Ningún motivo es válido para asesinar: la legítima defensa es otra cosa, aunque caiga un muerto. Me da miedo el tema, pero no Temor: ése me lo provoca Dios. El demonio anda suelto y no tenemos a San Francisco. ¿Por qué la imagen del Santo tenía que ser la del cursi ecologista con un alma mística en tonos pastel, y no la del guerrero que luchó contra satán y sus legiones? La teología popular contemporánea es asquerosamente kitsch y democrática. Hace falta retomar las jerarquías, la idea de grado (de tono, en música) y bajar del trono a la democracia. "Si se le da la razón al pueblo, la pierde", dijo el Español. Tenía razón. La razón es de Dios y nosotros sólo la perseguimos. Hace falta más cruz y menos sello. El volado está echado. (Alea iacta est). Aunque Dios no juegue a los dados...

¿Y por qué no?

Bachriación...